La desconocida gestión de los residuos
Todo proceso, industrial o no industrial, genera un residuo y éste se define como cualquier sustancia u objeto que
su poseedor deseche o tenga la intención u obligación de desechar. Con esta definición, las ocho erres previas
al reciclado se escapan del ámbito de actuación de los gestores de residuos, que inciden en el Reciclado,
la Valorización y la Eliminación.
El reciclado corresponde con la operación de volver a fabricar un objeto a partir de otro similar.
El ejemplo más claro es el vidrio. El proceso no es 100% circular porque en el mismo se producen mermas
y en ocasiones hay que acompañar al residuo reciclado con materia prima para la fabricación de uno nuevo,
pero es altamente eficiente.
La valorización puede ser de dos formas. La valorización material corresponde con la extracción de un componente
del residuo que se pueda utilizar en otro proceso. Un ejemplo sería la extracción del plomo de las baterías
para fabricar otro producto, no necesariamente baterías. En esta operación queda una fracción de residuo a tratar.
Otro tipo de valorización es la energética, donde el residuo se incinera con el fin de obtener energía que se emplea en
otro proceso. Como ejemplo, las empresas de fabricación de materiales de construcción como cementeras o ladrilleras,
queman residuos para el calentamiento del horno. En otras ocasiones se queman los residuos para la obtención de calor
y electricidad, como sucede en las incineradoras de residuos urbanos.
Todos los procesos anteriores, en mayor o menor medida, generan residuos que ya no son aprovechables.
Por ejemplo, materiales no reciclables por contaminación cruzada que no se pueden reciclar o que no se
pueden incinerar por generar gases tóxicos; residuos procedentes de la valorización material que no tienen
aprovechamiento en otro tratamiento o cenizas procedentes de la incineración de residuos, entre otros.
Para todos ellos, la única solución es la eliminación. Este último tratamiento es imprescindible,
ya que supone una forma ordenada de eliminar los residuos preservando la contaminación del medioambiente.
Es, sin lugar a duda, el proceso de gestión de residuos más regulado y controlado de todos.
En Jerez de la Frontera desde hace 30 años, el Complejo Medioambiental de Bolaños, explotado por Verinsur,
empresa familiar cien por cien andaluza, ofrece a sus clientes alternativas para dar solución a los
residuos que generan. Entre los diferentes servicios prestados está el acompañamiento y asesoramiento
documental para la gestión del residuo que producen, así como diversas soluciones de tratamiento.
Contamos con tratamientos e instalaciones que permiten la valorización de diferentes fracciones del residuo,
como metal, plástico, fracción acuosa, pinturas o aceites; bien directamente o enviándolos a otros gestores.
También disponen de instalaciones autorizadas que permiten la eliminación controlada de aquellos residuos no
valorizables. En estos depósitos controlados donde se depositan los residuos, se extrae el biogás que, de
manera natural se produce, y lo valorizamos energéticamente.
Debemos tener presente que es la acción y la decisión del ser humano, en el momento de desprenderse de
sus residuos o por consumo poco responsable, tanto en la industria, como cada uno en su vida cotidiana,
la que contribuye y propicia, con su mala praxis, a una economía lineal y a la contaminación en el medio ambiente.
Las industrias dedicadas a la gestión de residuos contribuimos a la economía circular, poniendo a disposición
de los productores de residuos soluciones de tratamiento autorizadas, eficientes y respetuosas con el medioambiente,
de valorización o de eliminación controlada, evitándose así que acaben abandonados en la naturaleza o en el mar.
VII Premio Cátedra Verinsur –UCA
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